Ver mi primer kimono en físico, fue de las emociones más reales y bonitas que Vita Clothing me ha hecho sentir. Nuestro primer kimono, fue un kimono básico de manga ancha, y en un estampado que encontré en uno de esos lugares donde venden telas en el centro de Bucaramanga. Si claro, una tela x comprada, para mi primer kimono, un kimono que no tenía diseño, no tenía marquilla, y mucho menos tenía el potencial de ser un kimono para venderse al público.
Pero bueno, por algo se empieza, así empecé yo, como han empezado muchos, con los sueños en el cielo, pero a su vez con los pies en la tierra. Diría que al igual que muchas personas que han empezado, hoy puedo ver atrás y decir “que loca al pensar que ese primer kimono lo podías vender”, pero bueno, dicen que los locos, son los que más se gozan la vida porque viven una realidad en la que muchos no viven…
Y bueno, al tener mi primer kimono, le dije a Doña Rita, podemos continuar, hagamos los otros cinco kimonos que se podían hacer con el presupuesto que tenía, y efectivamente así fue, empezamos a trabajar en esos otros kimonos. Al desconocer el valor de la mano de obra de un kimono, y al contar con un presupuesto limitado, mi pensamiento en ese momento fue “No puedo cambiar el diseño del kimono, si lo cambio, la mano de obra se sube, y no lo puedo pagar”, por esto mis primeros kimonos todos tenían el mismo diseño, decidí arriesgarme con un producto, digo uno solo, porque tenía 5 estampados diferentes, pero el producto era el mismo en los cinco, nada cambiaba.
Al tener mis primeros cinco kimonos, me emocione, la verdad no podía creer que tenía en mis manos mis primeros kimonos y que estaba lista para ver la reacción de mis amigas, ¿ya saben lo que dicen no? La familia, y los amigos, siempre son el primer público, tu primer cliente, tu primer crítico, y tu primer mejor aliado. Sin esperarlo, la respuesta de ese primer público, fue excelente, la verdad agradezco por mi mamá y mis amigos que son mi familia, porque sin ese apoyo de inicio, acá no estaríamos.
Porque no podemos negar, que detrás de cada gran empresa, está el apoyo de una familia, de miles de amigos, y de conocidos, sin ellos, sería un poco más difícil comenzar todo. Puedo decir que, gracias a ellos, vendimos los primeros cinco kimonos; aún no había marca, no había nombre, no había nada, solo una persona que había hecho cinco kimonos y que los había vendido, nada más...
Todo es un proceso, todo empieza lento, todo tiene sus altos y sus bajos, todo es un rompecabezas que va cogiendo forma con el tiempo, y que, con la ayuda de muchos, ese rompecabezas se ve mejor, se más claro, se ve más firme.
Cinco kimonos después, ya había que buscar un nombre...
Continuara, como siempre, no se puede contar todo de una.